PERDIDA
Cariño, como te extraño, al extender yo mi mano y no encontrarte yo a tí, ya no te preguntaba como estas, pues temía tu respuesta, solo te decía, te quiero, te quiero, y sentía que al escuchar tu mis palabras, tu rostro se relajaba, tu corazón se alegraba y tu alma se abrigaba.
Cariño como te extraño, ya no hay consuelo en mí.
1 comentario:
Seguro que te ayudará mucho poder desahogarte escribiendo, las palabras son como lágrimas que brotan y después te sientes mejor. Un abrazo muy fuerte.
Publicar un comentario