domingo, 30 de enero de 2011

noche del jueves.

La noche del jueves al viernes fué terrible, no se dormía, estaba callado y de vez  en cuando murmuraba, la reunión, tengo que ir a ver a tal cliente, eso no me gusta, en fin mil palabras a veces incoherentes que bullçian en su mente.
Me levanté varias veces, le acariciaba para que se calmara,  le hice una tila doble, para ver si se tranquilizaba, pero eso tampoco le calmo, y asi fueron pasando las horas hasta que a las seis de la mañana me decidí a darle media pastilla, de las que se toma para dormir, pues ya se había tomado la que tiene asignada todas las noches y me preocupaba darle más por el efecto que pudiera tener, y al fin se fue relajando y nos quedamos dormidos hasta las nueve de la mañana.
Estas situaciones me preocupan, no sólo por no descansar, que ya es, sino porque se suele irritar, y me da miedo se ponga agresivo, pues a veces en la mirada se ve la ira que le invade, al sentirse que le dices ponte así, o haz esto, y aunque procuro decirselo siempre bien, cariñosa o dándole sugerencias, él siempre no lo entiende como tal, en su mundo interior entiende que le estas mandando, y el que ha mandado siempre ha sido él, o quizás también el sienta que debe ser él el que elija como y que debe hacer,  en fin es complicado el saber que es exactamente lo que piensa, o siente en su interior. Lo que si suele responder bien es al cariño, a que le beses y le cojas las manos, y le hables, aunque a veces ves en su mirada que se encuentra perdido y le cuesta entender lo que le dices. Cada día esta peor, aunque a veces le ves sentado en su butaca con un buen aspecto como si nada le pasara, pero eso va siendo ya menos frecuente. Bueno eso ya sido la noche del  jueves al viernes.

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