Que sentimientos te crean las enfermedades, tanto las propias como las ajenas, las propias`puede ser una oportunidad de crecimiento personal, pero las ajenas, las de los seres queridos a veces te crea rebeldia, otras dolor de no poder hacer mucho por aliviarlas y otras frustracción de quizás no haber estado a la altura, pues no todos los días se tiene la misma fortaleza de ánimo para llevarlo. En fin es la vida con sus errores, generosidad, aciertos y desaciertos.
1 comentario:
Tienes mucha razón, Toñi. Es realmente difícil acompañar y poner luz sin que te duelan los dolores de la gente a la que quieres. Esa es una condición de maestría que yo desearía adquirir: dar lo mejor de mí misma pero evitando 'matricularme en los procesos de los demás' (así lo denomina un amigo mío que es muy sabio). En ese aprendizaje de vida estamos un montón de almas dispersas que circulamos por ahí y blogs como el tuyo ayudan a que nos reconozcamos y demos más fuerza en el empeño. Enhorabuena y un fuerte abrazo, Mª Ángeles
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